
La utilización de la biomasa forestal para la producción de calor presenta varias ventajas en relación a otros sistemas, sobre todo unos costes de combustible más bajos que permiten una rápida amortización de la inversión por lo que resulta bastante atractiva.
Sin embargo, a diferencia de los sistemas que funcionan con gas o con derivados del petróleo, los sistemas que utilizan como combustible la biomasa forestal, astilla o pellets, necesitan de una integración bien pensada y cuidada entre los diversos componentes para tener la seguridad de que todo el proceso transcurre de forma eficiente y dentro de lo previsto.
Antes de que se inicie el proceso de instalación es necesario reflexionar sobre la localización y la elección de los siguientes componentes:
- Silo de almacenamiento de la biomasa (en la superficie o subterráneo);
- Existencia de buen acceso para los vehículos que suministran la biomasa;
- Ubicación y dimensionamiento de la sala de caldera para la colocación de equipamiento de combustión;
- Equipamiento de combustión;
- Sistema automatizado para mover el combustible desde el silo de almacenamiento hasta la caldera;
- Chimenea para la extracción de los gases de combustión;
- Dispositivo para la limpieza de gases de escape;
- Equipamiento para control y extracción de ceniza;
- Control automatizado que mantiene todo el equipo en funcionamiento de forma optimizada.
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